REALciones

Los años pasan y la sensación ante la presencia de las mujeres hermosas que veo pasar a mi alrededor es siempre la misma. Es esa sensación de imposibilidad de acercamiento o de posibilidad de llevar al terreno de lo posible mi deseo.
Si tengo algo en común que se vaya dando o excusas que posibiliten ese contacto, es diferente, pero con mi escasa vida social, eso no es así en el 99% de los casos. Por lo cual mis acercamientos en la calle, colectivos, trabajo, etc. son frustrantes.
Cuando no conozco a mis odds (calle) si se da algo sólo actúo como asexuado cumpliendo mi "deber ciudadano" de informar, ayudar, etc.
Cuando conozco a mis odds en el ámbito laboral (=les voy a cobrar), no puedo imaginar transponer el límite de la cordialidad y las palabras de compromiso dichas automáticamente a todo socio, por más que así lo desee. Mis barreras lo viven como una transgresión inaceptable... Y entonces siempre el silencio está justificado, porque lo demás será desubicado.
NUNCA es aceptable decir algo personal, si preguntan por una calle, respondo cuál es la calle; si les voy a cobrar, les hablo de la cuota. Lo demás no importa, cuando en realidad es lo único que importa. ¿Qué concluyo de esto? Que no soy yo entonces. Es el rol que me disfraza en esos momentos y me oculta. Bah, no es el rol porque otras personas en esos roles no paralizan su deseo, sus deseos personales. Soy yo que uso los roles de excusa para la inacción. Desempeño intachable en todo lo predecible y lo que sea "civilmente correcto" y esté lejos de lo privado. Desempeño inexistente en lo que acarrea el riesgo de no salir bien parado.

Todos estos cuestionamientos y reflexiones se desataron cuando esa socia, o mejor dicho la empleada de la socia, que cada mes me paga la cuota con una sonrisa y mucha buena onda, se me tiró un lance. Me hizo pensar. Siempre me trató bien, me sonreía y era cordial. Yo no pensaba más allá de eso y cumplía mi rol, como siempre. Fueron meses así y yo no veía nada y de repente me entero que las cosas eran diferentes. Que yo había generado interés, atracción en alguien al punto de decírmelo, y en ese ámbito laboral que yo proscribo para otra cosa... OK, no es lo mismo que lo diga el cobrador que la clienta... ¡pero siguen siendo excusas!
Me costó caer en el momento pero desde ese día montones de cuestionamientos, fantasías, suposiciones, especulaciones, etc. comenzaron a dar vueltas por mi cabeza.
Ella es simpática, no es fea, pero no me termina de hacer click, no me genera eso. Creo que el haberla descripto reiteradas veces como simpática denota que la chispa de sensualidad, sexualidad, está ausente más allá de lo atractivo de la situación, del impulso al ego, del alza de la autoestima.
Y me hizo acordar a la otra empleada, la de hace varios años, la que también se me tiraba, hablaba de mis ojos, de mi look, etc... Allí fue fácil ignorar todo con una sonrisa y chau porque ni la resgitraba, me parecía feíta. Ni siquiera pensaba. Esta vez es más complicado, fue más directo y ella no es fea, pero no me atrae su actitud general. Piel, que se dice. Química.

Y todo eso me hizo pensar en la que sí me atrae y justamente ella que con su actitud y su sonrisa increíble me hace fantasear.
Me hizo pensar que si las sonrisas y buena onda de aquella empleada eran manifestaciones de su interés que ni percibí, ¿por qué las increíbles y constantes sonrisas de la secretaria del colegio no pueden ser también manifestaciones de algo más que su cordialidad y buena onda? ¿Por qué? No lo puedo saber pero tampoco lo puedo negar. Es tan posible que sí como que no. Es más, si juzgo por la cantidad de chicas que me trató con buena onda y cordialidad, y que resultaron estar interesadas, es más probable que haya algo a que no lo haya. ¿Acaso por ser esta chica secretaria y no empleada, o por ser para mí mucho más linda que las otras, bajan las posibilidades de que sus sonrisas signifiquen algo más? No.
¿Será así con todos los hombres que atiende? ¿Será cordial y regalará miradas y sonrisas tan vivaces porque ella es un Sol y punto? ¿O se tratará de un trato especial y al irme yo seré tema de conversación con su compañera de trabajo? ¿Será mi silencio tema de conversación?

Mañana voy a cobrarle al colegio. En medio de esta revolución. Cuando me vaya sin decirle nada me sentiré muy frustrado y vacío, porque ahora tengo más ante mis ojos que si pasa algo y no hago nada no me voy a enterar. Porque encima sé que las chicas que me gustan no se me van a tirar ¡y me gusta que sean así! ¡Vaya paradoja!
Cuando me vaya sentiré eso que siento siempre que tengo alguna interacción con una chica que me embeleza y con quien intercambio miradas o palabras y sigo mi camino sin haber concretado nada. Como hoy en el colectivo, como tantas veces en años pasados.
Andrea - La verdulera, la chica de la parada del 76, la de la casa de fotos, Ruth - la del río, la modelo de Corrientes y Agüero, y todas las que me penetraron con la mirada y me hice el boludo con actitud "A mí no puede ser".
Mañana salir del colegio será peor, porque ahora tengo todo presente. Y es loco, porque aún así, sigo sin darle lugar a la posibilidad de que voy a ir y a decir algo en nombre de mi deseo. A dejar fluir algo de espontaneidad u ocurrencia. Están demasiado tapadas por esa barrera que me impide ser el que soy siempre en otros ámbitos.
Y mañana seguiré recibiendo sí o sí las sonrisas de ella. Porque ella es así... ¿es así?

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